viernes, 15 de noviembre de 2013

La Cebra

Cebra
La palabra zorra» no representa una realidad desde el punto de vista evolutivo, sino que agrupa artificialmente tres especies en función de un carácter (el abrigo rayado) que no es derivado, sino primitivo. Las rayas aparecen también en mayor o menor medida en las patas y el lomo de asnos y caballos salvajes, y se manifiestan más fuertemente en los híbridos, aunque entre los progenitores no haya ninguna cebra de por medio (caso de las mulas), evidenciando que la presencia de rayas es un carácter antiguo dentro del género Equus, y no uno derivado propio de un subgrupo dentro de éste. Las cebras, simplemente, han ido un paso más allá en el desarrollo de unas rayas que ya poseían, mientras que los caballos y los asnos han tendido a perderlas o, al menos, a enmascararlas.
La cebra tiene cascos semejantes a los del caballo, caracterizados por la reducción de dos dedos a uno solo, adaptado para la carrera rápida y el suelo duro. Las rayas llegan hasta debajo del vientre; sus orejas son cortas y estrechas. Corre muy rápido, aunque a los cinco minutos pierde el aliento y tiene que aminorar la marcha.

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